Viñedos contra el éxodo rural

Hay cosas que nunca deberían cambiar, pero, por desgracia, el tiempo no perdona y se ceba especialmente con aquellos rincones donde curiosamente tan felices fuimos antaño y a los que tan poca atención prestamos actualmente. Hablamos de algunos de los pueblos más bonitos de España, sacudidos por el implacable éxodo rural generación tras generación y que, gracias a proyectos como Colonias de Galeón, hoy brindan por un futuro de lo más prometedor. 

Ante la precariedad laboral que tan tradicionalmente va pareja al sector agrario, un cultivo ecológico donde la comunidad cuente con un beneficio económico y social que permita revitalizar la zona. Ante el envejecimiento, jóvenes y apasionados dispuestos a continuar con la tradición de sus mayores, aprender de ellos y refrescar la tierra con sus nuevas ideas. Luego, las oportunidades como el enoturismo llegan solas.  

Unas cuantas cosechas después, un idílico paraje como Cazalla de la Sierra parece que vuelve a resonar en el mapa de la provincia de Sevilla, las reservas de alojamiento se encuentran completas y sus sabores… Ay sus sabores, cada día los podemos encontrar en más hogares y restaurantes de toda la provincia y los consumidores, asombrados por la delicia de su pureza y matices, se pregunta: ¿cómo pude no probarlo antes?   

La triste respuesta a esta pregunta es el desconocimiento, un desconocimiento que poco a poco ha ido disminuyendo durante la última década gracias al vino y es que muchas zonas de España han comprobado cuán eficaces son los viñedos contra el éxodo rural. La riqueza viene de la tierra, de eso no nos cabe duda. Con buena tierra, un gran respeto a la tradición y al origen y poniéndole mucha alma a cada detalle se consiguen inequívocamente grandes vinos. 

El vino llama a la gastronomía y comienzan a surgir visitas con catas y maridajes, la restauración local crece con productos de calidad y conquista a todo aquel que la prueba y el turismo comienza a crecer ante una propuesta perfecta: paisajes de ensueño, gastronomía y vinos de calidad, sabores únicos, descanso, experiencias de ocio inolvidables, etc. Lo último en este impulso al ámbito rural es el geoturismo. 

Este concepto hace referencia a disfrutar del turismo, pero poniendo el acento en la sostenibilidad y en descubrir nuestro destino desde su patrimonio geológico, su geodiversidad y biodiversidad. En otras palabras, un turismo que respete y busque vivir la tierra a través de su riqueza y sabores, una idea que forma parte de la filosofía de Colonias de Galeón desde su creación. 

El otro gran punto del geoturismo es el interés en la divulgación y transmisión de las tradiciones de la zona, porque todo el mundo sabe que un vino se saborea mejor después de aprender la artesanía y la magia de su elaboración. Acercarnos a la tierra es el único camino a valorar lo que tenemos, a dejar de soñar con las fotografías de paisajes lejanos en Internet y poner el ojo en los paisajes propios, aquellos que hace no tanto protegieron y ayudaron a crecer nuestros abuelos. Un retorno al origen para entender el hoy, justo lo que proponemos en las visitas guiadas a nuestra bodega. 

En definitiva, tradición, pueblos, tierra y sostenibilidad para devolver la ilusión a toda una generación por volver al pueblo.