Soplagaitas, un vino blanco afrutado con mucho que decir

El vino blanco afrutado es uno de esos clásicos que siempre apetecen y a casi todos gustan. Con aromas que nos traen gratos recuerdos de nuestro hogar y vidas más sencillas, a los antiguos huertos y sus aromas de melocotón, albaricoque, ciruelas y jazmín, Soplagaitas es nuestra propuesta para los amantes del vino blanco, un vino joven, aunque con una presencia seria y de lo más interesante.

Pero, ante todo, Soplagaitas es un vino con mucha historia y un fuerte vínculo con sus orígenes. Su nombre, Soplagaitas, es el apelativo cariñoso con el que el abuelo de la familia de propietarios llamaba a sus nietos cuando aún eran pequeños. Bien sabemos que Sevilla siempre ha sido tierra de vinos y Soplagaitas capta a la perfección los matices de su tierra, ya con su tono amarillo con destellos verdosos nos evoca el brillo del sol de nuestras mañanas. Un bueno vino es a partes iguales fruto de su entorno y del alma que ponen en ellos aquellos que cariñosamente los elaboran y Soplagaitas es la perfecta prueba de ello.

Una mezcla equilibrada de uvas Chardonnay y Viogner, una uva con todo lo que un buen vino merece y un despliegue de matices aromáticos y una uva que proporciona una elegante y sutil complejidad a los vinos que a partir de ella se elaboran. Todo ello en el marco de una elaboración ecológica, en una bodega familiar y con una vendimia manual, artesanal. Al paladar, Soplagaitas tiene una acidez fresca, sin pretensiones y con una entrada agradable a la que acompaña un buen recorrido. Puedes descubrir todos sus matices en la cata online organizada por nuestra sumiller.

 

 

Los beneficios de disfrutar de un buen vino blanco

Además de su sabor fresco y su tradicional ligereza, el vino blanco es el acompañante ideal para aquellos amantes vinícolas que, además de disfrutar de esta bebida, también deseen un bajo nivel de calorías y una alta riqueza de minerales. Curiosamente, el vino blanco es beneficioso para los huesos y la musculatura e incluso ayuda a reducir el estrés, relajando la respiración y la musculatura, por lo que resulta la opción idónea tras una larga jornada de trabajo.

Su poder antioxidante mantiene la piel joven, luminosa y con esa vitalidad que solo aporta el momento de pausa y desconexión asociado al disfrute de una copa de vino. Y qué decir de los beneficios de una buena conversación, algo casi inevitable en torno a un vino como Soplagaitas, o de un grato almuerzo… Su aporte a la felicidad de aquellos que lo prueban es igualmente exquisito.