Guía de viaje de Cazalla de la Sierra
A comienzos de la época estival, cuando tímidamente volvíamos a disfrutar del regocijo de tomar una copa de vino en terraza y notar los rayos de sol en la piel, una pregunta se repetía constante en el ambiente, cómo vivir al máximo el verano ahora que casi todas las posibilidades de vacaciones se encontraban dentro de la propia provincia. Entonces toda Sevilla ponía su atenta mirada, algunos de ellos por primera vez, en la belleza de Cazalla de la Sierra como destino para su escapada. Medio año después, ahora con una perspectiva mucho más positiva hacia el futuro, no es de extrañar que Cazalla de la Sierra no haya hecho más que crecer en fama e interés, y siga siendo uno de los lugares mas bellos que descubrir sin apenas salir de casa.
Este pequeño pueblo ubicado a una hora de la capital de provincia fue votado en 2020 como uno de los 10 pueblos finalistas a convertirse en Capital de Turismo Rural 2020, algo que sin duda conseguirá con el tiempo. Y para convencerte de ello, nada mejor que una visita a este rincón único. Aquí unos consejos para no perderse ni un detalle durante nuestra estancia en Cazalla de la Sierra.
El encanto de Cazalla de la Sierra, proviene de su tierra. Y nos referimos a la tierra en todos los virtuosos sentidos de la palabra. Este pequeño pueblo es uno de los pocos municipios andaluces ubicados dentro del Geoparque de la Unesco Sierra Norte de Sevilla, es Reserva de la Biosfera también por la Unesco, parte de la Red Natura 200 y Reserva Starlight. Incluso para aquellos más reticentes al senderismo, se recomienda guardar un zapato cómodo en la maleta pues una vez se visita Cazalla de la Sierra, es imposible a negarse a recorrer sus paisajes irrepetibles, salvajes y espectaculares. Además, dentro del propio pueblo encontramos la posibilidad de alquilar todo el equipo y las excursiones que deseemos, en la mayoría de los casos incluso los propios hoteles se encargan de ofrecer a sus huéspedes esta mirada más natural al entorno.
No demasiado lejos del centro del pueblo comienzan rutas tanto a pie como pensadas para vehículo. Las más características para un buen paseo son el sendero de las Laderas, el sendero de la Cartuja y el sendero del Pantano nuevo. Para los más intrépidos, podemos encontrar tour algo más exigentes y circuitos de aventura desde la propia web del ayuntamiento. Dentro del pueblo podremos encontrar un gran patrimonio histórico y cultural, con fabulosas iglesias y palacios de épocas pasadas y en algunos casos incluso reconvertidas a sofisticados hoteles.
Ya dejando a un lado el turismo de naturaleza y las posibilidades de hospedaje, nos sumergimos de lleno en la gastronomía. Y es que con tierra también nos referimos a una tierra fértil, llena de productos cultivados íntegramente de forma natural y sostenible y con los que cubrir una gastronomía basada en el consumo de proximidad, los frutos de temporada y recetas que mezclan viejos clásicos y sabores novedosos con maestría. Cazalla de la Sierra es reconocida por sus paisajes y parajes naturales y por la calidad de los productos de la zona, quesos, vinos, ibéricos, aceite e incluso mieles de gran sabor e intensidad. El mejor regalo para los amigos, familiares o allegados tras una visita a Cazalla de la Sierra será indudablemente alguno de estos productos, ya solo por copar la despensa de semejantes sabores merece la pena regresar a este pueblo cada no demasiado tiempo.
Además, Cazalla de la Sierra también ofrece excursiones gastronómicas, donde descubrir de primera mano cómo se elaboran estos productos y qué los hace tan característicos. Es el caso de Colonias de Galeón y nuestras excursiones a la bodega y a sus viñedos. Estas visitas duran entre 3 y 4 horas, un plan perfecto para realizar durante nuestra estancia, y permiten catar algunos de los vinos ecológicos con mayor reconocimiento en toda España debido a su excelsa calidad. Por supuesto, recomendamos la reserva con cierta antelación, en nuestra web se recogen todos los detalles para poner este delicioso broche final a la visita a Cazalla de la Sierra y cerrar así unas vacaciones excepcionales como se debe, con un brindis.